Dra. Mirluy Vera Grelis.
DÍLE ADIÓS AL PAÑAL, ¡ENSÉNALOS A IR AL BAÑO!
El control de esfínteres es una etapa muy importante en la maduración del niño, pues le permite dejar el pañal y adquirir un hábito que le ayudará a integrarse en otras actividades de la sociedad. En la mayoría de las ocasiones el control del esfínter urinario diurno, se logrará entre los dos y tres años, mientras que el nocturno (es decir, durante el sueño) a partir de los cuatro y no más de cinco años. Existe una variación individual y cultural de este esquema. Para lograr el control diurno, influyen factores: educacionales, familiares, sociales, psicológicos y hereditarios. Se recomienda iniciar este proceso de aprendizaje a partir de los 18 meses, sin embargo debe tenerse en cuenta, que el niño debe conocer y entender algunas palabras básicas: pipi, orina, pupú, mojado, sucio, limpio, poceta y debe manifestar la sensación de estar “mojado” tras realizar la micción en el pañal.
Por lo que se recomienda: dejar al niño sin pañal, sentar al niño en un vaso de cama o en la poceta con su adaptador, reforzando esta actividad con frases como “vamos a hacer pipí” o “Vamos a orinar”, a la misma hora preferiblemente cada 3-4 horas y antes de ir a la cama, todos los días durante unos 3 minutos. Se requiere ponerle ropa cómoda al niño. Con el tiempo ocurrirá la micción espontánea; este momento debe ser festejado con cariño, aprobación e incluso con regalos para que aprecie la alegría que este comportamiento suscita en sus padres, ya que la mejor manera de fomentar el control de esfínteres es a través del estímulo y la gratificación. Poco a poco dicho evento se repetirá y se transformará en rutina. Nunca debemos tener prisa, recuerde que cada niño madura a su ritmo. Hay que evitar amenazarlos, castigarlos o ridiculizarlos antes sus hermanos u otras personas. Igualmente no hay que forzarlos a ir a la poceta.
Si el niño tiene 5 años de edad y no controla su micción, es prudente consultar con el pediatra. Éste aconsejará e informará a los padres sobre la naturaleza del problema y descartará la existencia de enfermedades urológicas que pudieran estar relacionadas. Se debe recordar que el control de los esfínteres es una habilidad que debe ser aprendida, y la edad a la que están preparados para ello es muy variable, por lo que se debe ser paciente y hacer que este aprendizaje sea agradable.
Dra. Mirluy Vera Grelis
Secretaria de Finanzas
Filial Anzoátegui