DRA. INÉS ORTIZ SVPP TRUJILLO.
Vacunas: respuestas para aclarar ciertas dudas de los padres.
Reducir, eliminar o prevenir enfermedades mortales y devastadoras como la poliomielitis, el sarampión o la tosferina, se logra a través de la vacunación. Desde el momento en que nacen, los niños están expuestos a virus y bacterias que pueden producirles enfermedades incapacitantes y mortales. No hay ninguna razón científicamente válida para privar a los hijos de las vacunas, las cuales son medicamentos biológicos que previenen infecciones graves. En la vacuna hay una especie de copia o un pedazo inofensivo del virus o de la bacteria. Cuando ellos entran al cuerpo se fabrican anticuerpos específicos para atacar rápidamente a estos microbios y evitar que tomen ventaja y dañen el organismo, protegiendolo de enfermedades muy peligrosas que se pueden complicar y dejar secuelas graves o producir la muerte, tales como: la tuberculosis, la tos ferina, la difteria, la poliomielitis, el sarampión, el tétano, las paperas, la rubeola, la varicela, la hepatitis A y B, la meningitis, las neumonías y las diarreas graves, además del cáncer de cuello uterino. La probabilidad de que no se enferme por el germen contra el que se vacunó es del 99 por ciento. Las reacciones que producen suelen ser muy leves, como dolor en el lugar del pinchazo, un poco de fiebre o un sarpullido, que dependen del tipo de vacuna. Rara vez producen reacciones graves en niños alérgicos o con enfermedades graves. Por eso, siempre deben ser aplicadas por profesionales y quedarse por 20 minutos donde las aplican, por si algo pasa. Algunas vacunas requieren refuerzos ya que para para atacar las bacterias o los virus se necesita que las defensas estén muy activas. Con el paso del tiempo, si el germen no ha llegado al cuerpo, estas defensas se van volviendo un poco perezosas; de ahí que haya que estimularlas con otra vacuna para que se mantengan en su punto y listas. No es peligroso aplicar varias vacunas al mismo tiempo. Se produce la misma respuesta de anticuerpos que si se aplican en días distintos; eso no aumenta la posibilidad de producir reacciones adversas, solo se deben administrar en distintos sitios del cuerpo. En caso de que un niño este enfermo se puede vacunar, consultando con el pediatra o centro de salud cuál es la mejor opción, si se debe esperar a que se recupere de dicha enfermedad. Es bueno preguntar si la enfermedad puede interferir la acción de la vacuna que se quiere aplicar. La vacunación no se debe suspender si anteriormente alguna vacuna le ha provocado fiebre, enrojecimiento o molestias. En el único caso que debe consultar es si en la dosis anterior de la misma vacuna el niño o niña tuvo reacciones adversas muy exageradas y fuertes como fiebre muy alta u otras alteraciones.Algunas vacunas se cultivan en huevos durante el proceso; para crear la vacuna se extrae la mayor parte de la proteína del huevo, pero hay inquietudes sobre las posibles reacciones alérgicas que podría generar una vacuna a las personas que son alérgicas al huevo. Pero solo las que tienen alergias graves, en ese caso hay que consultar.
DRA. INÉS ORTIZ SVPP TRUJILLO