Dra. Inés Ortiz Alemán SVPP TRUJILLO.
EL ESTRABISMO INFANTIL.
Se trata de una pérdida de paralelismo entre ambos ojos. Cuando las funciones binoculares no son correctas, los ojos se mueven de forma desincronizada y pierden la alineación, provocando que cada uno se dirija hacia un lado ocasionando cierto bizqueo. Detectar el estrabismo en edades tempranas (antes de los 6 meses) es prioritario para preservar la visión del niño evitando la pérdida de la misma. Al percibir el cerebro imágenes muy diferentes, es incapaz de fusionarlas y se ve obligado a descartar una de ellas (generalmente la de peor nitidez) para evitar la visión doble o diplopia. Cuando esta situación en la que el cerebro elimina la visión de un ojo se da de forma prolongada, se corre el riesgo de que el ojo que no se utiliza no desarrolle su visión correctamente y se convierta en ojo vago o ambliope, una situación difícil de revertir pasados los 9 años de edad. Durante la infancia es cuando se adquiere una mayor cantidad de conocimiento e información que el cerebro debe guardar y asimilar. Si no se corrige este tipo de situación visual, es muy probable que el niño tenga dificultad en el aprendizaje y un posterior déficit de conocimiento. Aunque lo más frecuente es hablar de estrabismo monocular, donde aparece un ojo fijador y otro desviado y esto es así mientras persiste el problema, existe otro tipo menos frecuente que es el estrabismo alternante. En estos casos van cambiando ojo fijador y desviado y el cerebro se queda con la imagen que le aporta el ojo fijador. La alternancia del estrabismo suele permitir un desarrollo similar en ambos ojos. Existe un tipo de estrabismo intermitente, es decir, que no siempre está presente o que aparece en determinadas circunstancias tales como estrés, fatiga, nerviosismo o enfermedad. En otras ocasiones puede aparecer sólo cuando el paciente mira a una determinada distancia (visión próxima) y desaparecer con el resto (visión media y lejana). La endotropia o estrabismo convergente, es el tipo más frecuente de desviación y en él, el globo ocular se desvía hacia el interior. La exotropia o estrabismo divergente es el caso opuesto en el que el globo ocular se desvía hacia el exterior. La hipertropia e hipotropia son menos frecuentes que los anteriores y son desviaciones hacia arriba o hacia abajo respectivamente. El estrabismo acomodativo tiene origen en un esfuerzo excesivo del ojo por enfocar correctamente. Generalmente es causado por una hipermetropía infantil o fisiológica. En ocasiones podemos encontrar el estrabismo vinculado a algún tipo de desorden que afecte al cerebro como: parálisis cerebral, síndrome de Down, hidrocefalia, prematuridad, un cuadro febril grave, una enfermedad o incluso el estrés que suelen padecer los niños al cambiarse de colegio, ante una separación. El médico debe realizar una revisión oftalmológica completa para valorar el grado de desviación, motilidad ocular, refracción y fondo de ojo. En los casos de estrabismo acomodativo, el tratamiento pasa por el uso de gafas o lentes de contacto. Generalmente, el estrabismo desaparece una vez corregido el defecto refractivo. El uso de ejercicio de terapia visual ( tapando el ojo sano con un parche) ayuda a mejorar la parte sensorial para lograr la fusión de las imágenes que el cerebro recibe de cada ojo, es decir, que el cerebro vea con los 2 ojos a la vez y corregir con ello la desviación ocular. El tratamiento quirúrgico del estrabismo sólo se aplica si el tratamiento con corrección óptica no se puede aplicar o no es efectivo.